El anillo fabricado en hojalata no tiene ninguna gema ni metal precioso, pero es el testimonio de un edificante gesto de caridad del Arzobispo Marcelino Olaechea (1888 - 1972) y de los fieles católicos de la ciudad. Su legítimo propietario lo dona al arzobispado al conocer que se ha iniciado su proceso de canonización...
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